Desde hace un tiempo en San Martín de los Andes, preocupa la caída de árboles en espacios públicos… y es que han sucedido tragedias muy dolorosas para esta ciudad. 

A pesar de ser un tema delicado y muy complejo, intentaré explicar los aspectos a tener en cuenta al momento de evaluar el riesgo de caída de un árbol o de algunas de sus partes, -ya sean ramas o partes de su copa-. (Según lo vertido en una capacitación del AUSMA-Universidad Nac. Comahue a la que asistí).

Son variadísimos los factores que pueden hacer que un árbol colapse (caiga) y muchos de ellos no son visibles… de allí su complejidad. Y esta evaluación, además es la resultante del análisis de una suma de factores y no de uno sólo de ellos la que determine el potencial riesgo.

Además, se requiere de una mirada entrenada y capacitada técnicamente que conozca cómo influyen esos factores en conjunto para inferir si un árbol puede caer o seguir en pie.

Algunos de ellos pueden ser:

  • Pudriciones en el interior (de la madera),
  • el ángulo de inclinación del árbol,
  • si tiene rajaduras en el tronco (pueden ser verticales u horizontales),
  • si su raíz se encuentra disminuída (por limitaciones del terreno o acciones humanas),
  • la exposición al viento, 
  • su tamaño y longevidad.

Estas características, además dependen de cada especie, algunas resisten más que otras, por lo que este conocimiento también es importante. Hasta el momento se tiene suficiente información, estudios y experiencia acumulada en las especies de nuestro Bosque Andino Patagónico. (Roble Pellín, Coihue, Ñire, Lenga, etc.)

Por lo que queda mucho por estudiar y desarrollar en cuanto a las especies exóticas que forman nuestro arbolado urbano y jardines. Pero el camino debe comenzarse…y considero que el primer paso está dado: comenzar a mirar nuestros árboles con otros ojos.

¡Si tenés dudas, si un árbol cercano te genera sospechas… CONSULTÁ!
Un día de viento puede desatar un momento inesperado. Y ya sabemos todos que más vale prevenir que curar…